Es verdad que para estas fechas ya están todos los comercios con luces y
colores atrayentes para que nos quedemos pegados a sus escaparates y nos
entren irrefrenables deseos de consumir.
Pero al margen de la Navidad consumista, es cierto que en todas las
casas comienza un movimiento de cambio, de ideas para cocinar, de
llamadas para ver con quién nos reuniremos para las cenas y comidas, etc... Y
todo nos conlleva a acordarnos de muchas personas que con el ajetreo
diario no podemos ni hablar por teléfono.
Soy realista y también sé que precisamente por todos esos contactos, la
vida de algunos se trastoca de tal manera que surgen los enfados.
Pero yo prefiero quedarme con ese tipo de Navidad de reencuentros
agradables, conversaciones animadas, comidas ricas y adornos especiales.
Por eso he empezado por este bordado de Tralala, que me encantan por lo
simples y bonitos que resultan. Probablemente lo utilizaré para hacer una caja.
Tengo varias cosas empezadas, así que, os las iré mostrando en
diferentes entradas.
Un fuerte abrazo.¡Hasta pronto!
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